EL PENSAMIENTO INTUITIVO Y CREATIVO

Por: Carola Pozo Cortez

Se  sabe que el hemisferio derecho no tiene muy buen control verbal y no es posible razonar con él, es decir  no puede decir cosas lógicas, como "esto está bueno o esto está malo", sus secuencias no son muy claras, inicia en el principio, luego dar el paso siguiente, luego el siguiente.

El hemisferio derecho no tiene orden, empieza en cualquier parte o si prefiere lo hace todo junto, no tiene un buen sentido del tiempo, es más, pareciera que no comprende el significado de "perder el tiempo" como si lo hace el hemisferio izquierdo.

El hemisferio derecho no clasifica ni pone nombres y pareciera que
considera las cosas tal cual son en el momento presente con toda su increíble complejidad y tampoco sirve para analizar ni para abstraer las características más salientes.

Si bien los educadores son conscientes de la importancia del pensamiento intuitivo y creativo, los sistemas escolares en general siguen estructurados al modo del hemisferio izquierdo, en otras palabras la enseñanza es secuencial: los estudiantes progresan ascendiendo grados (cursos) en una dirección lineal. Las principales materias de estudio son verbales y numéricas: lectura, escritura, aritmética. Se siguen horarios estrictos. Los pupitres están ordenados en filas. Se pregunta y se responde. Se entrega diplomas. Y todo el mundo tiene la sensación de que algo anda mal.

El cerebro derecho - el soñador, el artífice, el artista - se pierde casi totalmente en nuestro sistema educativo.

¿Cómo incentivar el funcionamiento del hemisferio derecho en la escuela?

En algunos colegios se  implementan clases de arte, algún que otro taller, escritura creativa, cursos de música y danza, pero muy difícilmente se encontrarán cursos de imaginación, visualización, percepción espacial, de creatividad como tema aparte, de intuición, de inventiva y aunque muchos educadores valoran estas cualidades, esperan que los estudiantes desarrollen la imaginación, la percepción y la intuición en base al entrenamiento verbal y analítico que se desarrolla en las escuelas.

Sin embargo de todo, en nuestra cultura se tiende a recompensar las habilidades del cerebro izquierdo y sin duda estamos perdiendo una gran proporción de la capacidad potencial del cerebro de nuestros niños.